Kevin necesita ayuda para realizar su “gran viaje’

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Kevin

Kevin Doyen Guerrero tiene tan sólo dos años. Se trata de un gran prematuro, ya que nació con tan sólo 24 semanas y dos días. Pesó 880 gramos y midió 29 centímetros. Nació de parto natural, tuvo una hemorragia tipo 2, cuya primera secuela fue parálisis cerebral. Los primeros dos meses y medio de vida permaneció hospitalizado, entubado, enganchado a una máquina de respiración artificial. Pronto desarrolló una displasia broncopulmonar algo que le provoca continuas bronquitis y neumonías y que constantemente tenga tos y mocos.

Fue sometido a dos intervenciones para sellar el ductus arterial un pequeño vaso que comunica la aorta con la arteria pulmonar. Padeció una infección por citomegalovirus quedando paralizado de cintura para abajo (aparato digestivo, orina, etc.) y sufriendo grandes dolores por lo que tuvo que ser tratado con morfina. Al superar la infección y retirarle el tratamiento desarrolló un síndrome de abstinencia y necesitó metadona. Dadas las altas dosis de antibiótico que necesitó como efecto secundario tuvo sordera bilateral 100%.

A los dos meses y medio se le retiraron todos los tubos. Fue entonces cuando comenzó a padecer una serie de crisis –que a día de hoy no tiene diagnóstico- que se desencadenan con el llanto. “Se queda bloqueado, no respira, es necesario ponerle la bombona de oxígeno y reanimarlo con el globo de reanimación (ambur)”, explica su mamá, Rocío Guerrero Romero, “no son apneas, ni epilepsia, ni convulsiones, no se sabe cómo tratarlas ni qué consecuencias pueden tener. Aún estamos buscando un diagnóstico”, asegura.

Hasta los nueve meses y medio Kevin permaneció hospitalizado en Bélgica, donde nació, ya que sus padres estaban trabajando allí. Antes de recibir el alta sus padres tuvieron que aprender el manejo de la bombona de oxígeno y las técnicas de reanimación. El pequeño sólo puede estar al cuidado de sus padres o de personal sanitario. Su madre le acompaña cada día a la guardería ‘La Cigüeña’, en la que está matriculado, y a la que Rocío agradece la ayuda y el asesoramiento prestado así como su apoyo. “Estar con otros niños es la mejor estimulación para Kevin”, indica.

La mamá de Kevin indica que ríe, la reconoce y socializa bien por lo que parece que cognitivamente no está muy dañado aunque desconocen el grado. Voluntariamente no mueve ningún músculo, no puede coger nada, no aguanta su cabecita. El pasado mes de julio recibió implantes cocleares algo que le permite interpertrar los sonidos y escuchar. Su madre confía en que pronto comience a hablar. “No habla ni se comunica porque nunca ha escuchado. El problema muscular no sabemos si es por la parálisis o consecuencia de otra cosa”, explica.

Las necesidades de Kevin son muchas: fisioterapia para fortalecer la musculatura, logopedia, etc. Además, su familia desea ir a Barcelona, a la consulta del Dr. José Moya Trillo, Neurólogo pediátrico especialista en enfermedades raras y causas sin diagnóstico, con el objetivo de que consiga diagnosticar la enfermedad que padece Kevin.

La primera consulta, para la que ya tienen cita a finales de enero, y en la que el niño permanecerá ingresado dos días para realizarle diferentes pruebas, cuesta 1.100 euros.

Para ello y para las diferentes terapias que necesita Kevin su familia ayudada por la escuela infantil ‘La Cigüeña’, ha iniciado una campaña para recabar fondos. A la recogida de tapones han sumado la venta de lápices, chapas, papeletas para sorteos, pulseras, etc. También cuentan con una campaña en ‘teaming’ con el lema ‘Kevin, un peque muy especial’ en la que se puede colaborar desde sólo un euro al mes. En Facebook cuentan con una página ‘Kevin Doyen Guerrero’ en la que se puede seguir el día a día del pequeño. También disponen de un número de cuenta en La Caixa: ES85 2100-2313-11-0101357371.

Los padres de Kevin, Rocío y Kevin, están atravesando actualmente una situación económica difícil. Rocío está en paro y tampoco puede trabajar porque tiene que estar continuamente cuidando de Kevin. Su padre trabaja temporalmente a través de la asistenta social. Además de Kevin tienen una pequeña de tan sólo un año, Serena. La familia reside con los abuelos maternos. A toda esta situación se suma que aún no pueden solicitar la Ley de Dependencia ya que no tienen los años continuos de residencia en Dos Hermanas porque estuvieron temporalmente viviendo en Bélgica.

La familia también cuenta con el apoyo de la Asociación de Prematuros ‘Pequevidas Valme’.

Las personas interesadas en colaborar con Kevin pueden llamar al teléfono 685057836.

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