1988
“En Ceuta me ponía hasta tres chaquetas y luego las vendía en Dos Hermanas”
Casi nadie la conoce por su nombre y apellidos: María Rodríguez Barbero. En Dos Hermanas, ella es María ‘La Ditera’ o ‘La Esvergonzá’, un mote que le viene de la abuela, cuando, en un descuido, se le colaron las vacas en la misma iglesia de Santa María Magdalena y la buena mujer las sacó del templo como pudo, a base de improperios. Fue el cura quien le dijo que era una “desvergonzada”.
A María el apodo familiar le gusta y además, le sienta bien. Sin su poquito de desparpajo y desvergüenza, una no puede abrirse camino en la vida como ditera: es un oficio duro y con mucha competencia. Pero rentable. A la primera operación ya le ganó el doble. Se fue a Almacenes Arias (en Sevilla), compró seis pares de calcetines por dos pesetas y aquí los vendió a cuatro. Continuó con las sábanas, las toallas, los edredones…. Los plantaba sobre la cama de su casa y la gente se los llevaba “fiaos”.
Aunque no sabe leer ni escribir, nadie le gana en los negocios: trae lo que aquí no hay y lo vende al doble del coste
Los sábados va a cobrar las ditas. Su marido la espera en el coche y ella llama a las puertas (las que abren). A pesar de no saber ni leer ni escribir, siempre ha llevado muy bien su contabilidad. En vez de letras, muñecos. Si la clienta es de Entrenaranjos, pinta un naranjo. Y así.
Siempre a la última
Uno de los secretos de las diteras es ir siempre a la última: ofrecer a los nazarenos (devolviendo el dinero en cómodas mensualidades) aquello que no encontrarán en Dos Hermanas. Ahora que el oro está barato, vende a 32 las pulseras que le cuestan 16. A Gibraltar fue durante una época a por colonias; a Portugal, a por quinqués dorados. Hubo otros años en que las gangas estaban en Ceuta: relojes, radiocasetes, chaquetas de cuero. Se iba con otras compañeras (Lola “la Coriana”, Valme, Mariquita “La Bolera”…) en un coche que aparcaban en Algeciras. Pasaban el ferry hasta Ceuta, adquirían la mercancía y, a mediodía, barco de vuelta. Por la tarde, en Dos Hermanas, vendían todo lo que habían comprado. Por 30.000 una chaqueta que le costó 15.000. Dinero fácil.
Como en la aduana sólo permitían pasar un objeto por persona y género, María no dudaba en tirar de picaresca: “Me llegué a poner hasta tres chaquetas de cuero, como si fueran mías y no compradas”, nos cuenta. Otras veces se llevaba con ella a otras personas para que pasaran sus artículos como compras propias.
Pensábamos quedarnos un rato más de plática con María, pero me dice que se tiene que marchar a El Repilado, a la Sierra de Aracena. Y es que ahora lo que más le piden son jamones. Sólo la semana pasada vendió 70 patas. La mitad en Dos Hermanas y la otra mitad en Chipiona, ahora que hay allí demanda en verano.
La dejamos marchar. Antes, me despide con dos sonoros besos. Fue un placer conocerte, María.
La niña amiga de los tuberculosos
María nació en 1938. Su infancia son recuerdos del Hospital El Tomillar, donde su padre, Francisco Rodríguez, ejercía como conserje. Tenían la casa en una huerta cercana, así que ella se pasaba el tiempo pasilleando por el hospital, e incluso se metía en la cama para jugar con las enfermas. Cuando la encontraban, se llevaba una bronca, aunque por fortuna nunca se contagió. Más tarde trabajó en Libby´s (de limpiadora y después encargada de las comidas) y antes en el almacén de León y Cos (en la foto). Allí fue donde una amiga le aconsejó la venta a ditas. En la imagen, rellenando aceitunas: Valme, otra Valme, María y Conchita.
Efemérides
12/07/1964
Ya está en la calle la Revista de las fiestas de Santiago y Santa Ana
Desde hace unos días circula por Dos Hermanas la tradicional revista anunciadora de las Fiestas de Santiago y Santa Ana, que tendrán lugar entre los días 25 al 28 de julio próximos. Su editor, Baldomero Fernández, es también el autor del dibujo de la portada, que muestra a una joven vestida de gitana con la torre de la iglesia Santa María Magdalena al fondo.
En el programa de este año, además de las procesiones religiosas, destacan la gran cabalgata de gigantes y cabezudos, dos novilladas, el V Campeonato de Andalucía de Ciclismo, el Concurso de Tiro de Pichón y conciertos diarios de la Banda de Música Municipal.
Entre los contenidos (artículos dedicados a Nuestra Señora Santa Ana, a la Virgen de Valme y al futuro del olivar), llama la atención un magnífico reportaje fotográfico de la inauguración, el pasado 29 de junio, de la Peña Bética Nazarena, con asistencia de 300 comensales, entre ellos el presidente del Real Betis, Benito Villamarín.
