Pepe Collantes, un gran cantaor de la localidad de Dos Hermanas (I)

0
Pepe Collantes

Hoy vamos a traer a estas páginas la figura de Pepe Collantes, uno de los grandes cantaores de Dos Hermanas y de los que ha tenido la llave, dicho en sentido metafórico, del cante en nuestro pueblo junto con el gran cantaor gitano Juan Fernández Vargas, Juan ‘Talega’ u otros cantaores de nuestra localidad o que han habitado en ella.

Nace José Collantes de Terán Legallois de Grimarest en nuestra ciudad el 21 de julio de 1927 en la calle Melliza, hijo de dos aristocráticas familias. En efecto, su padre era José Collantes de Terán Bulnes y su madre Concepción Legallois de Grimarest Gómez. La segunda era hija de don Jesús de Grimarest y Villasís, noble caballero sevillano –Villasís es uno de los mejores apellidos de la capital de nuestro reino y la familia esté emparentada entre otras muchas por este nobilísimo apellido con la del conde de Peñaflor de la Argamasilla, uno de los grandes títulos de Sevilla- que fue alcalde de nuestra villa entre el uno de noviembre de 1920 y el 21 de enero de 1921. Aunque fue toda la vida carlista se le acusó al final de coquetear con el Partido Liberal, la Izquierda dinástica por lo que ha pasado popularmente a la historia como alcalde liberal. Ha sido estudiado en los últimos años por el autor de estas líneas y por otro historiador: Jesús Barbero Rodríguez. Don Jesús estaba casado con doña Andrea Gómez Fernández. Pues bien, de tan aristocrático matrimonio, tan importante en la historia de Dos Hermanas fue nieto nuestro biografiado.

Tras nacer en la calle Melliza Pepe Collantes, pasa a vivir en la conocida casa de los Collantes en la calle del Canónigo, junto a la casa de los Moras, una de las mansiones mejores de nuestra ciudad, acaso la mejor de la villa sin contar las casas de las huertas. Recordamos, por cierto, a Juanita Mora y Mora decirnos que cuando su familia vino al pueblo no vendría muy pobre, ciertamente, cuando adquirió la mejor ‘choza’ del pueblo la que había edificado el gran empresario almacenista aceitunero Juan Manuel Gómez Claro, hermano de otro almacenista muy importante José Gómez Claro, el ‘Chamorro’. Pues bien, en este tramo privilegiado de una de nuestras principales y mejores, en todos los aspectos,  calles se crió Pepe Collantes. Sus hermanas fueron Concepción, Luisa, Josefa, María y Gloria.

Estudió en un colegio, que, según sus noticias, tenía doña Fernanda en el sitio donde más o menos se encontraba la antigua Casa Socorro en la calle Santa María Magdalena, a la que los mayores conocían por calle de la Marea, por actuar como un embudo por el que entraba el aire del campo al centro mismo del pueblo. Se veía este colegio frente a la taberna de Juan Terrero, hoy bar de Amable. Luego pasó al Colegio de San Hermenegildo de Padres Terciarios Capuchinos de Nuestra Señora de los Dolores, ejemplar fundación del capuchino Padre Luis Amigó, obispo de Solsona y luego de Segorbe.

Su padre trabajaba de oficial del Excelentísimo Ayuntamiento de nuestra villa mientras que su madre, clásica señora de buena familia de la Dos Hermanas de la época, como se diría vulgarmente, se dedicaba a sus labores. Nuestro biografiado también trabajó de oficial del Excelentísimo Ayuntamiento de la ciudad hasta que se jubiló por enfermedad a los cincuenta y seis años.

Pepe estaba casado con María de la Luz García García, una de las jóvenes de más clase y estilo de su tiempo, según cuentan nuestros mayores, vecina del barrio de la Pólvora y hermana del sacerdote don Antonio García García, y  ha tenido tres hijos: Concepción, Luz María y José y cinco nietos.

Es hermano de Valme y del Rocío, es decir, de la gran devoción comunal del pueblo y de la gran devoción supracomunal del mismo. También es socio de la Peña Bética y se considera bético de toda la vida pero no de los fanáticos. Es, por otra parte, socio fundador de la Peña flamenca Juan Talega en la que tiene el número dos. También es gran aficionado a los toros siendo sus toreros preferidos el faraón de Camas, Curro Romero, Pepe Luis Vázquez, Antonio Ordoñez, Paco Camino y hoy, acaso, Morante de la Puebla. Se considera gran amante de los toros a los que ha ido mucho.

Ya hemos pues encuadrado someramente a nuestro hombre en su mundo familiar  y en su mundo de las mentalidades y es hora de hablar de su gran afición de la que ha hecho una vida, un mundo y un arte: el Flamenco.

Él mismo confiesa que ninguno en su casa ha sido aficionado a él, lo que podría ser factible o no pues los andaluces de grandes familias lo mismo eran aficionados que no, siendo los primeros los que daban en muchas ocasiones trabajo en las juergas flamencas a los cantaores, tocaores y bailaores como de todos es sabido. Pero no sucedió así en la casa de Pepe Collantes. La afición de este al cante viene de toda la vida, absolutamente desde siempre. Sus cantaores preferidos, los de este a la vez gran cantaor, son, sin dudarlo, el gitano Manolo Caracol y el payo Pepe Marchena, dos grandes de categoría y de los que ganaban más dinero, como bien nos dice Pepe, del pasado siglo XX.
Mas en general a él le gusta todo el que cante bien y respete la pureza del cante, que es uno de sus grandes caballos de batalla en orden a conservar el flamenco. También es un gran admirador de Pastora Pavón ‘Niña de los Peines’, de la Paquera de Jerez o de Fernanda y Bernarda de Utrera, por poner algunos ejemplos. De las ‘Niñas de Utrera’, las grandes Fernanda y Bernarda, dice que las conoció muchísimo y que también trató a Perrate y a Gaspar el de Utrera. En su cante cree que hay Arte y Escuela.

Cuando se le pregunta que donde nace el flamenco Pepe Collantes, con gran sabiduría, responde que en Triana, en Jerez de la Frontera, en Cádiz, en Alcalá de Guadaira, en Utrera, en Lebrija y, por extensión, en Dos Hermanas, donde viene a recalar la familia de los ‘Paulas’ de Alcalá de Guadaira y donde nace ese gran patriarca que es Juan Fernández Vargas, ‘Talega’, indudablemente uno de los grandes maestros del flamenco que han existido. Pepe Collantes muy gráficamente nos dice que el Arte ha nacido en la parte zurda de Andalucía.

Hablando de Juan Talega Collantes nos dice que convivió con él cuarenta años y que era un gran aficionado y un hombre muy ameno y un gitano que con el cante no se casaba ni con su padre. Nos cuenta que el gran cantaor gitano Antonio Mairena, natural de Mairena del Alcor, venía a la confitería del Arenal donde se reunían con  Talega, con el mismo Pepe y con los aficionados de aquí, que eran y son muchos y muy buenos. Nos cuenta Pepe que muchas veces los aficionados le preguntaban a él. Por todo ello Collantes tuvo mucha relación con Mairena. Hay que imaginar estas reuniones de los grandes del Flamenco tanto de la villa como forasteros que han seguido en los festivales y actuaciones de nuestra popular y nunca bien alabada Peña Juan Talega.

Pepe Collantes ha actuado con las primeras figuras. En la bienal de Sevilla número trece actuó por ejemplo en el homenaje a Pansequito. No obstante antes había actuado varias veces en el Lope de Vega. También ha cantado en muchas televisiones.

Justamente orgulloso se encuentra de haber ganado en 1976 un concurso de bulerías organizado con motivo de las Fiestas de la Vendimia, que tanto engalanaban antes Jerez de la Frontera, ante veintinueve gitanos, siendo como era un payo el que lo ganó. Él no dice, con legítimo orgullo, como decimos, que ello no lo ha conseguido ningún payo. Hay que imaginarse a nuestro biografiado ante esa cantidad de gitanos jerezanos que tuvieron que juzgar su cante cantando por bulerías. Indudablemente fue un triunfo para él y para Dos Hermanas de los que hacen época.

Fruto de su trabajo aparece tres veces en Internet en las entradas Leocadio, Collantes de Terán y cantes caracoleros. En efecto, nuestro biografiado es uno de los expertos en cantar los cantes de Manolo Caracol, ese terremoto del Flamenco, que como sabemos hizo pareja artística y sentimental con ese también terremoto, acaso más, de este Arte que fue la gran cantaora jerezana, del barrio de San Miguel –junto con Santiago uno de los dos barrios típicos de los gitanos de Jerez de la Frontera- que fue Lola Flores.

Collantes dice que nunca se ha dedicado de lleno al Flamenco pero que la verdad es que ha ganado dinero con él. En Córdoba por ejemplo actuó cuatro años todos los viernes en el salón de cante de un amigo que se había enterado que cantaba cantes caracoleros, una de sus especialidades evidentemente.

Pero tenemos por hoy que dejar esta interesante biografía que esperamos seguir la semana que viene.

Print Friendly, PDF & Email