Fran Olivera: “Actuar con mi chirigota en el Liceo de Barcelona ha sido algo increíble”

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Fran Olivera

‘Los del Planeta rojo, pero rojo, rojo’ de Vera Luque, cuenta con un componente “nazareno”

Fran Olivera es sevillano de nacimiento, nazareno de adopción, gaditano de espíritu, marciano durante este año y… por encima de todo, amante del Carnaval con mayúsculas. Fran Olivera forma parte de la chirigota ganadora del Concurso Oficial de Agrupaciones del Carnaval de Cádiz (COAC) 2017, la de Vera Luque, la del Vera, ‘Los del planeta rojo, pero rojo, rojo’. Tiene la suerte de ser uno de los catorce miembros de esta agrupación – contralto- y el único que no es de la ‘Tacita de plata’. Se dedicó a la música profesionalmente durante más de una década y lleva 16 años pisando el escenario del Gran Teatro Falla. Hace unos meses, en este, consiguió lo que suele ser la meta de todo carnavalero: alzarse con el primer premio de este concurso, un galardón que sólo ostentan otros dos sevillanos junto a él (Lolo Seda y el ‘Canijo’ de Carmona).

Primer año con esta chirigota y, como se suele decir, ‘veni, vidi, vici’ (vine, vi y vencí)… ¿Cómo te sientes?
Imagina… Para mí es un orgullo poder formar parte de esta familia que es la chirigota de Vera Luque, y lo digo totalmente en serio. Nos llevamos estupendamente y somos, de verdad, una familia. Ese bienestar que tenemos después se transmite al público a la hora de actuar. Cuando me propusieron integrarme en la misma ni me lo pensé. Como anécdota te diré que varios vamos a ser padres próximamente y parece que estos niños han venido ¡con el pan debajo del brazo!

Has llegado entonces, ¿en el mejor momento?
Sin lugar a dudas. Me he subido al carro en el mejor momento porque la chirigota está siguiendo y tiene una línea intachable. Además, esto es como jugar en Champions; estoy en la agrupación que en los últimos cinco años ha conseguido tres primeros premios, un segundo y un tercero. No se puede pedir más.

Parece que hay cierto pique de los gaditanos hacia los sevillanos, sin embargo, tú nos cuentas que estás totalmente integrado.
Y es cierto que lo estoy. En ningún momento me he sentido diferente ni mal por no ser de Cádiz; al revés, mis compañeros hicieron un esfuerzo para que todos pudiéramos compaginar trabajo y ensayo. Creo que eso es una leyenda urbana más que una realidad. Se trata de sumar a la agrupación, seas de donde seas.

Para estar a ese nivel se requerirán muchas horas de ensayo y preparación, ¿cómo se lleva eso?
Para ir al Falla hay que llegar en Ferrari, está claro. Siempre digo que esto es un ‘hobbie-trabajo’ y requiere mucha responsabilidad. En septiembre comienzan los ensayos y ya empiezas a quitarte horas del tiempo libre y de la vida particular pero compensa. En este sentido, hay que agradecerle a la familia que lo lleve bien; en mi caso, a mi esposa, Alegría Jurado, que tiene que soportar muchas horas de ausencia. Pero es que, de las fiestas, el Carnaval es lo que más me gusta.

Has pasado ya por varias finales, ¿de qué forma se viven cuando sabes que estás en el punto de mira de un jurado, espectadores, público vía televisión e internet?
Las finales tienen cosas muy bonitas y otras no tan bonitas. Sientes un hormigueo, unas sensaciones,… Los nervios los tienes siempre, desde la primera vez que te subes al escenario y van en aumento. Una vez que llegas al Falla todos vamos a ganar. Es una gran responsabilidad. Te pongo un ejemplo, cuando hay una letra de última hora hay que poner todos los sentidos para no fallar, defenderla bien y, a veces, cuando la terminas es cuando realmente empiezas a disfrutar. Aunque, estar ahí es algo impresionante.

Impresiona el Falla aunque lo has pisado en repetidas ocasiones; sin embargo, hace poco habéis estado en el Liceo de Barcelona, la primera vez que este gran teatro acogía un espectáculo de carnaval, ¿qué tal ha sido la experiencia?
Increíble, una de las experiencias más bonitas que he vivido. Actuar con mi chirigota en el Liceo de Barcelona ha sido increíble. Cuando salimos al escenario, veíamos al público entregado y cómo se sabían las letras y las cantaban. Estábamos emocionados de ver esa conexión con ellos, y estos, a su vez, mostraron su emoción, desde el primer minuto con nosotros: era recíproco; un público entregado que estaba a mil kilómetros de nuestra tierra y que no puede vivir esta fiesta como se hace aquí pero que compartía nuestro mismo sentimiento por el carnaval. Fue realmente impresionante sentir ese cariño, esa ovación. Y después, ¡la gente te conocía! Gracias a las nuevas tecnologías y las redes sociales el carnaval se extiende y llega a muchos rincones. Además,  fuimos cuatro agrupaciones -la del Selu, de Antonio Martín, Martínez Ares y nosotros –, ha sido la primera piedra de carnaval allí y eso quedará para la historia.

Fran revive esa actuación cuando habla con nosotros y pese a que, en todo momento, se le nota cómo disfruta y vive el Carnaval, al contarnos esa experiencia, se multiplican sus sentimientos. Todavía le quedan muchas horas de marciano en su particular platillo porque tienen la agenda casi al completo…
Bueno, entre otras actuaciones, te diré que estamos mañana viernes en el Auditorio Rocío Jurado, con ‘El mejor Carnaval de Cádiz en Sevilla’. También iremos a Bormujos, Bollullos de la Mitación, Bornos, La Línea de la Concepción, Marbella, Lucena, Torredonjimeno, Canarias,… Y hemos estado ya en otros lugares como, por ejemplo, Barcelona, Valencia o Murcia. ¡Y lo que queda por venir!

Este marciano tiene claro que piensa continuar con su familia carnavalera porque “me siento muy a gusto”. Todavía le queda mucho tiempo para seguir saboreando las mieles de este merecido primer premio antes de bajarse del Platillo Volante y empezar a pensar en 2018.