Mamma Luna, el local de moda, se prepara para Nochevieja

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Mamma Luna
Nochevieja de 1988. Muchos se disfrazaron de presos.

1990

Un año más, se acondiciona “Mamma Luna” para sus dos noches más especiales del año: Nochebuena y Nochevieja. Aunque este original local  abre todos los días (excepto los lunes), muchos de ellos con la celebración de íntimos conciertos, son el 24 y el 31 de diciembre cuando las fiestas alcanzan espectaculares aforos de hasta 400 personas. Único requisito: ir disfrazado.
Aquí se da cita buena parte de la juventud nazarena (la edad media es de 18 a 20 años) poco después de las uvas. La céntrica calle San Alberto, la que va del kiosco de Paquino a El Arenal, se colapsa cada año. Pepe, el dueño del negocio, vive en la misma calle, y cuando sale de su casa para abrir, a eso de las doce y media, ya hay gente esperando en la puerta, disfrazada como si fuera carnaval.

Mamma Luna
Ambiente festivo de la Nochevieja de 1989.

Un vecino salió en pijama

Una casa de pueblo convertida en disco-bar tiene sus ventajas, pero también sus inconvenientes. Más de una vez se han quejado los vecinos de la calle por los altos decibelios que emite el local. La Nochevieja pasada, un vecino fue confundido con un cliente al llegar al local en pijama. No iba disfrazado. Había salido de la cama para protestar por el volumen de la música.
Esperemos que este año todo el mundo se divierta y dé la bienvenida  a 1991 sin molestar a nadie. Ya está preparada la mejor música para que nadie se quede sin bailar. Sonarán los discos de La Unión, Duncan Dhu, Gabinete Caligari, Radio Futura, Queen, Whitney Houston, Roxette, Hombres G, Bon Jovi, Eros Ramazzotti, El Último de la Fila,  The Beach Boys y otros éxitos de este 1990 que toca a su fin.¡Feliz 1991!

El encanto de una casa de pueblo

Puede ser la música, la clientela familiar, su original decoración (con graffitis y pinturas en las paredes), o puede ser el ambiente tan peculiar del inmueble, pero la realidad es que “Mamma Luna” posee un encanto especial que lo ha convertido en local de moda desde que abrió sus puertas en 1986. Situado en calle San Alberto, es una casa antigua de dos plantas, a cuya rehabilitación (refuerzo de estructuras, derribo de muros…) se dedicaron seis meses. Tiene tres barras (una arriba, con chapolín;  dos abajo, con cervecería, hamburguesería y futbolines) y un patio interior que se techa en Navidades como pista de baile. También se baila en los pasillos: la música suena en toda la casa gracias a dos bafles (uno en cada planta) de 800 watios. Los precios no están tampoco mal: los Cuba Libre, a 400 pesetas; el whisky, a 500; la cerveza, 150.

Mamma LunaLa gran idea de Pepe Rodríguez

José Rodríguez López, este emprendedor nazareno de 30 años, es el alma mater de “Mamma Luna”. Buscaba montar algo original y acertó. Suya fue la idea de alquilar una casa antigua en el centro de Dos Hermanas,  y habilitarla como local de música y copas. “Le puse ese nombre por una italiana que conocí en Conil que decía mucho Mamma Mia”, nos dice.
No es nuevo Pepe en este negocio. Antes había trabajado en un restaurante en Ibiza junto a José María Prieto. Cogieron ideas, y en 1976 montaron aquí el pub “Utopía”. En el techo, del que colgaban unas estalactitas como en las discotecas de Ibiza, invirtieron 100 sacos de yeso. Ubicado en La Moneda, en un bajo comercial frente a las vías del tren, allí se escuchaba a los Rolling Stones, a los Beatles, y se puso de moda la cerveza Voll-Damm muy fría. Ambos amigos también abrieron un chiringuito en Conil llamado “El Farol Sevillano”.

Mamma Luna