Paloma Gómez: la nazarena que trabaja en los circuitos de velocidad de toda Europa

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Paloma Gómez

Con solo 33 años, es la directora de marketing de una empresa de eventos internacionales. No para de formarse, se acaba de casar y diseña su propia ropa

Nos citamos para esta entrevista antes de que ella comience su temporada alta de trabajo: entre abril y septiembre se celebran los 12 campeonatos de motociclismo en circuitos europeos, y Paloma Gómez Martínez ha de estar presente en todos ellos.

Con solo 33 años, esta nazarena altamente cualificada es la directora de marketing de AMG.

 ¿Qué es AMG y en qué consiste tu trabajo?

AMG es una empresa familiar de más de 32 años que cuenta con 28 trabajadores. Está especializada en la prestación de servicios en grandes eventos y yo soy la responsable de marketing y desarrollo.

¿Exactamente qué servicios ofrecéis para grandes eventos?

Nos dedicamos principalmente a la instalación y acondicionamiento de espacios efímeros. Por ejemplo, un cliente nos solicita un proyecto para acoger a 2.500 personas en un determinado espacio. Nosotros lo evaluamos, desarrollamos qué espacios necesitan y nos encargamos de la iluminación, el aire acondicionado, la decoración, etc.

¿Por qué eres una cara conocida en los circuitos de velocidad europeos?

Porque estamos muy volcados en el sector de los eventos deportivos. Tenemos un acuerdo con DORNA, la empresa que organiza el Mundial de Motociclismo. Desde hace años nos encargamos de la instalación de las zonas de hospitalidad VIP en todos los circuitos de Europa. Otras marcas se fijan en nuestro modelo.

Trabajas en un sector muy exigente. ¿Cual ha sido tu formación?

Comencé con una licenciatura en Publicidad y Relaciones Públicas en EUSA. El último año lo cursé en Sunderland, y al terminar, me quedé viviendo en Inglaterra para perfeccionar el inglés. Realicé un máster en Organización de Eventos y otro en Interiorismo. 

En este momento, para seguir creciendo y liderar el relevo generacional de la empresa, estoy realizando un máster de Dirección Empresarial Internacional.

¿Cual ha sido el evento más importante en el que has trabajado?

Lo más potente fue irnos a Nueva Zelanda para encargarnos del equipo de Prada en la Copa América de Vela. Patrizio Vertelli, el dueño de Prada, vino a buscarnos a nuestras oficinas en el Polígono La Isla.

Háblame de ti. Eres nazarena de pura cepa, ¿no?

Sí, yo me he criado en la esquina del Paquino. Ahí vivía mi abuela Dolores. Mis otros abuelos viven en Los Jardines, y vengo mucho a comer a Los Baltazares. Mucha gente no me conoce, pero seguro que a mi padre, Miki Gómez, sí. El y mi tío montaron la discoteca Las Palmeras, y también nuestra empresa actual.

¿Tu mejor virtud?

La constancia. 

Estás viviendo un año muy especial. Te has incorporado a AMG y acabas de casarte. ¿Me cuentas tu historia de amor?

No te lo vas a creer, pero a mi marido lo conocí por Instagram. Era alguien que desde Chile comentaba todo lo que yo hacía, y yo me preguntaba: “¿Quién será este?”  Un día me mandó un mensaje para realizar un proyecto de interiorismo y me propuso una videollamada. Al escucharlo hablar, le digo: “Tú no eres chileno”. Y me dijo: “No, soy de Gines, pero vivo en Chile”. El caso es que yo tenía un vuelo a la Feria de Arte Contemporáneo de Miami, y decidí ir antes a Chile. Fue conocerle en persona y decir: este es el hombre de mi vida. Pedro y yo estuvimos dos años con una relación a distancia y nos casamos hace unos meses. Vivimos en Sevilla. Él tiene tres empresas.

¿Qué aficiones tienes?

Viajar, el arte, el deporte. Trabajo doce horas a full, pero me obligo a entrenar y a hacer yoga. Y, por supuesto, la moda. 

Tienes una marca de ropa, ¿no?

Sí, se llama Need.artwear. La pandemia nos pilló en Nueva Zelanda y allí se comercializa la pintura textil ecológica. Desarrollé patrones con una costurera de Dos Hermanas y los pintaba. Incluso puse una tiendecita en Ibiza. Vendo en instagram bajo pedido.

¿Hacia donde vas? ¿Cuales son tus objetivos laborales y personales?

En lo profesional, quiero mantener el gran nivel de perfeccionismo de mi padre, pero también dirigirme a otro tipo de eventos: arte, desfiles… He dado un giro de 360º al mobiliario y por ahí quiero crecer.  En lo personal, mi reto es saber compaginarlo con mi vida. Me siento una privilegiada. Tengo la suerte de que mi padre me ha dado las herramientas para ser una persona competente y valorar lo que cuesta todo. Mi objetivo es ser feliz, vivir aquí y ahora y estar orgullosa de lo que hago. ¡Y me gustaría ser madre!