Crónica de la Romería de Nuestra Señora del Rocío de Almonte del año 2022 (I)

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Rocío

La rotura del banco de las andas de la Virgen ha marcado negativamente este Rocío de 2022

Había muchas ganas de vivir un nuevo Rocío, tanto en Dos Hermanas como en todas partes. Y, en verdad, la afluencia de gentes ha sido mayor que otros años y, en realidad, los actos de la Aldea brillaron por su magnificencia hasta que sucedió el penoso accidente del que ya hablaré. 

Pero no me adelantaré, primero hay que hablar de los cultos. El miércoles 27 de abril fue el traslado del Simpecado al altar de cultos. Como novedad, este año  salió por la calle  cantándose el Santo Rosario. Fue por las calles Plaza de la Constitución, vulgo Los Jardines, Santa María Magdalena, Plaza de Menéndez y Pelayo, vulgo la Plazoleta, Antonia Díaz, San Francisco y de nuevo Los Jardines. Luego la insignia vicaria fue  trasladada al altar mayor.

El  jueves 28, el viernes 29 y el sábado 30 se celebró el triduo a las 8.45 horas. Ocupó la sagrada cátedra el  joven sacerdote don Ignacio del Rey Molina, párroco de Nuestra Señora de Consolación de Aznalcóllar y que, siendo diácono, estuvo destinado en Santa María Magdalena. Ignacio, según sus propias palabras, en su predicación dividió la salve en tres partes, una para cada día.  Profundizó en esta oración intentando darle un sentido. El fin era que cuando se cantara se tuviera en cuenta este sentido. Como se ve, es una postura muy didáctica destinada a educar  a los fieles. 

El sábado 30, a las 18.30 horas, se realizó la bendición e imposición de medallas a los nuevos hermanos.

El domingo 1 de mayo se celebró la función de instituto a las 11 de la mañana. Fue una función solemnísima y predicó el párroco don  Manuel  Sánchez de Heredia, que es un excelente predicador. Además, está claro que el tema principal de su discurso es el Amor de Dios, que nos quiere y protege.

Posteriormente, pronunció el pregón del Rocío de Dos Hermanas Luis Benítez Lobo. Lo presentó su amigo Fernando Carrasco Salvador, que hizo un completo recorrido por la biografía del pregonero. Este pronunció un pregón muy familiar donde aleteaba el recuerdo de su hermana Cristina Lobo, muerta muy joven. También hizo un recorrido por la vida de  la hermandad y,  por último, se centró en la  figura de la Virgen. Otra peculiaridad del pregón es que hubo intervenciones de música y cante.

El 2 de junio empezó la romería  tras la misa de romeros a las 7 -que presidió y predicó don Manuel Sánchez de Heredia- y salió el Simpecado a las 8 horas. Lo acompañaban 40 remolques, 10 carretas, 100 coches y 12 galeras. También acompañaban al simpecado 80 reuniones y unas 700 personas.

Antes de salir, los rocieros en la iglesia se despidieron del Santísimo y de la Virgen de Valme, un gesto muy cortés y nazareno.

Luego, ya en el recorrido por el pueblo, la hermandad se presentó ante el monumento de la Virgen de Valme en la Plazoleta  y continuó su camino por Santa María Magdalena buscando el Palmarillo, la calle Cristobal Colón y el campo. Hay que anotar que en una rotonda hay un nuevo monumento de las carretas. Luego la cofradía pasó por las fincas  La Corchuela y La Atalaya, En la primera se rezó el Ángelus.

El paso por el Guadalquivir en Coria fue tarde. Es notorio y ha sido uno de los hitos más importante de este camino que en Coria  descubrió un azulejo conmemorando el primer paso por el río, hace cincuenta años, siendo hermano mayor Manuel Jurado Castillo. Lo descubrió el hijo Manuel Jurado Toro. Por cierto, no aparece en el azulejo el nombre del hermano mayor, como es costumbre. 

Luego, la hermandad pasó por la Parroquia de la Virgen de la Estrella. A continuación la hermandad tomó por el camino que hace de vuelta, por la calle Larga, buscando el llano de la barriada de la Blanca Paloma, donde aguardaban las carretas para salir en dirección a la parada de la finca Mulero. Por la noche rezaron el Rosario.

Y llegó el segundo día de camino, el jueves.  Ese día salió la hermandad a las 7.30 horas dirección la Venta El Cruce, Colina y la Cuesta de la Plata, donde se rezó el Ángelus. Se sesteó en la finca Echanera. Después pasó ese místico río, Jordán para los rocieros que es el Guadiamar, más conocido por el Quema, nombre de finca de Aznalcázar en la cual está el vado por el que pasan las hermandades. Posteriormente fue la llegada a Villamanrique de la Condesa donde entró tardísimo, a las 23 horas. El colapso del camino por los numerosos vehículos propició este incidente. Luego de Villamanrique se fue a su terreno en el camino de la Gloria para pernoctar. 

El viernes la hermandad pasó por la Venta Mauro, la Raya Grande, Palacio, pasó el Puente del Ajolí y por el Puente del Rey. Tales eran las dificultades del camino que llegó al Rocío a las 3.30 horas de la madrugada, llegando a la Casa Hermandad a las 4 horas, algo inaudito.

El sábado fue la presentación del simpecado ante la Virgen y la hermandad  matriz. Fue multitudinario y la carreta iba preciosa. 

En la noche del sábado salió el hermoso Rosario de Almonte, mucho más tranquilo que el de la noche del Domingo, en el cual la hermandad matriz con su simpecado de gala recorre el Real, la calle de la hermandad de Huelva, la plaza de Doñana, la calle Almonte, la calle Moguer y, de nuevo, la ermita. Como siempre fue muy concurrido y devoto. Dos Hermanas salió a recibir al Rosario a la puerta de la casa hermandad con hermanos con vara y tocando, como debe de ser la campana de la espadaña.

Y llegó un día grande en el Rocío, un Rocío que yo he percibido más multitudinario y alegre  tras la tragedia que nos asoló, a las diez se celebró el pontifical del Domingo de Pentecostés, muy  bello como siempre y que predicó Monseñor Santiago Gómez  Sierra, obispo de Huelva. Nuestra hermandad, como todas las filiales, asistió a esta solemnísima eucaristía. Por otra parte, Dos Hermanas asistió al rosario de las hermandades previo a la salida de la Virgen.

Los almonteños se saltaron la reja a las 3.13 horas de la madrugada del Lunes de Pentecostés, día dedicado a la Virgen al igual que el Domingo se dedica al Espíritu Santo y el Martes a San José.

La procesión iba más o menos bien por el Real cuando al llegar a la presentación de la hermandad de Cádiz se le rompió el banco delantero izquierdo. Serían las  6.10 horas y la Virgen no hubo más remedio que llevarla a la Ermita y recogerla. Puedo decir que ante la noticia se colapsó el Rocío. A las hermandades no les quedó otro remedio que ir a la iglesia a presentarse ante tan Gran Señora. Dos Hermanas, por cierto, fue la última que se presentó, un hecho histórico que conviene anotar. 

Recibían a las hermandades el párroco de Almonte don Francisco Miguel Valencia y el presidente de la hermandad matriz Santiago Padilla Díaz de la Serna, gran amigo de la hermandad de Dos Hermanas que en sus escritos ha alabado mucho a personajes con don Juan Luis Cozar y Lázaro, nazareno que fue párroco de Nuestra Señora de la Asunción de Almonte y al que fue hermano mayor de Dos Hermanas y que ayudó mucho a los almonteños en la construcción de la nueva ermita.

Pues bien, dejo, por ahora, este trabajo que espero acabar la semana que viene en que me explayaré hablando de la rotura del banco y de la vuelta de nuestra hermandad a Dos Hermanas.