Manuel Cisma Rubio, un castizo cofrade y músico nazareno

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Manuel Cisma

Manuel Cisma lleva formando parte de la Agrupación Musical de Nuestra Señora de la Estrella cuarenta y un años

Hoy voy a traer a estas páginas un personaje muy entrañable para  todos los que lo conocen. Para mí, es especialmente entrañable porque, primeramente, sus  tíos y luego sus padres y todos sus hermanos son vecinos míos. En efecto, hoy nuestro personaje vive con su madre en la calle San Alberto, pared con pared con mi casa.

Nace nuestro biografiado el 10 de enero de 1964 hijo de Enrique Cisma Hervás y Valme Rubio Arias. Su padre era arriero teniendo seis o siete mulos con el que acarreaba a los almacenes de aceituna. Después fue albañil. En cuanto a su madre, fue primero aceitunera, una de las muchas, de las muchísimas que había en nuestra localidad y, luego, se dedicó a sus labores.  

Seis han sido los hijos del matrimonio. El mayor es Miguel que trabajó en Abadiz –empresa que alquila maquinaria para obras- y luego fue albañil. Su esposa Valme Riscardo Pineda es profesora de Lengua de institutos. Tienen tres hijos: Enrique, Mario y Esteban. El segundo es Manuel. El  tercero es Rafael que es camionero y que tiene dos hijos: Jónatan y Rubén. La cuarta es Valme, empleada de hogar, casada con Juan Carlos Jiménez Carrión, que es camionero. El quinto es Javier, albañil, Está casado con Teresa Gutiérrez, peluquera. Tienen tres hijos: Teresa, Valme y Javier. Y el sexto es José Antonio que ha  trabajado en los almacenes de aceituna, luego de yesero y luego de camionero. Su esposa es María Victoria Bonilla, empleada del hogar. Tiene una hija: Triana.

Los abuelos de Manuel eran los paternos Miguel Cisma García, de oficio del campo, y los maternos José Rubio Chacón, también de oficio del campo, y la nombrada  María Arias Díaz. 

Y he querido hacer este recorrido por la familia, primero porque lo considero importante para enmarcar al personaje, que no es ningún ente independiente sino que se debe mirar en su familia. En un segundo lugar, se ven en esta larga familia los oficios típicos de Dos Hermanas: aceitunera, yesero, albañil, agricultor, etc. 

Mas puesto que hemos recorrido sus ancestros y la parentela actual, que es numerosa, voy a entrar ya más en el análisis de la persona de Manuel. 

En cuanto a sus estudios, hizo la Básica en el colegio San Sebastián. Luego pasó al instituto de formación profesional El Arenal donde estudió Electricidad. Posteriormente, pasaría a trabajar. Primero,  trabajó en la droguería de Federico. Luego durante tres años tuvo una tienda de ultramarinos. A continuación pasó a trabajar en el Catalino con el patriarca de la familia José Mejías. Muerto este popular personaje se fue con sus hijos Manuel y Patrocinio, la muy popular Cinito, al supermercado de la barriada de Cantely. Hoy, nuestro biografiado se encuentra jubilado.

Pero entrando en las entretelas de nuestro personaje hay que decir que sus dos grandes aficiones son la banda a la que pertenece, la de la Estrella, y el Real Betis Balompie.

En la banda lleva cuarenta y un años y ha tocado en ella el tambor y los platillos. Como es sabido la banda se llama oficialmente Agrupación Musical Nuestra Señora de la Estrella y ha sido conocida popularmente como la banda de los Niños.

Y, tirando con una poca de perfidia de la lengua a nuestro personaje, nos ha dicho que hermandades le gusta de las que acompañan. 

Él destaca Sevilla y la hermandad del Jueves Santo de Montesión. Pero, sobre todo, destaca Jerez de la Frontera que para Manuel tiene un especial encanto. Tocan en tres cofradías: el Lunes Santo en La Cena, el Martes Santo en los Judíos de San Mateo y en la Madrugada del Viernes en la Esperanza de la Yedra. Para los que conocemos a fondo ambas Semanas Santas, la jerezana y la sevillana no puede haber mejor elección.

En cuanto a las marchas preferidas de Manuel, está en primer lugar ‘Oh Bendita Estrella’, de José Manuel Mena Hervás, que es, por ejemplo, la que lleva en el móvil. Ahora bien, también le gustan otras marcas como ‘Estrella Reina del Cielo’ y ‘Virgen de la Estrella’.

Pero sigamos hablando de la historia de la banda y de la historia particular de Manuel. Entró en ella como componente en noviembre de 1981 y debutó el 5 de enero de 1982 en la Cabalgata de  Reyes Magos. 

Para nuestro protagonista la banda es una gran familia donde conviven desde el más nuevo  al más viejo y los hombres y las mujeres.

Y me gustaría  referirme a los diversos directores de la banda. Fueron: Antonio Ramos Corzo, José María Varela García de la Vega, Ramón Begines Salvatierra, José María Blanco Martínez, Antonio José Mena Cala, Juan Carlos Jiménez Carrión, Antonio José Mejías y Ángel Ramírez Chaves.

Y después es curioso, y lo voy a  recoger, los diversos lugares en que ha ensayado la banda. Primeramente, lo hizo en La Lagunilla y en verano lo hacían en una huerta frente a la casa Alpériz. De allí pasaron a la Feria, luego a Vistazul. Luego alquilaron el primer local en la calle Canalejo y, posteriormente pasaron donde se encuentran hoy.  

Volviendo a Manuel hay que anotar  que sólo es hermano de la Borriquita. No obstante le tiene devoción y cariño a todas las imágenes de Dos Hermanas sea la Virgen de Valme, la del Rocío –que no es nazarena pero que tiene en este pueblo de los hermanos nazarenos una gran devoción-, Santa Ana, la Asunción y, por supuesto al Santísimo tan venerado en nuestra ciudad que organiza multitud de procesiones eucarísticas. Manuel dice que todo lo que sea del pueblo le encanta. Es, como puede verse, un nazareno castizo y típico.

Mas hablaré de su devoción a la Virgen de Valme. Su casa es supervalmista. José Caro Arias, conocido como Arias, el gran exornista de carretas era primo hermano de su madre. Su tío, hermano de la misma, Manuel Rubio Arias  -padre del tamborilero Pepe Rubio- también lo era al igual que su hermano Miguel. 

La familia vive para el Valme –y para el Rocío-, participando en la gran fiesta de Dos Hermanas.

En cuanto al Rocío, María Arias Díaz, la abuela materna de Manuel Cisma ha pasado a la historia como una gran rociera. En el Rocío alquilaba un camión para que la llevara a la Aldea y luego la  recogiera el Lunes de Pentecostés tras la mágica salida de la  que es Patrona de Almonte.                                                                                                                   

En fin, con estas mimbres se ha hecho la cesta que es Manuel Cisma. Es normal que con estos antecedentes haya salido como ha salido: cofrade, devoto, melómano, castizo, amante de las tradiciones de nuestro pueblo que tantos y tantos denostan y desprecian, sintiéndose avergonzados de sus orígenes. 

Por eso, el autor de estas líneas prefiere los nazarenos no sólo de pura cepa sino amantes del pueblo y sus tradiciones, Manuel es uno de ellos. Reúne el amor y la devoción a las numerosas imágenes de nuestra ciudad, con el amor a la música, singularmente a la cofradiera. Igualmente es bético, forofo de uno de los dos equipos grandes de la capital de provincia y reino, de  Sevilla, ambos con muchísimos seguidores en nuestro pueblo.

Al mismo  tiempo pertenece a una familia trabajadora, castiza en conjunto. A la vista está que en la casa de los Cisma Rubio, no sólo en Manuel, hay una gran devoción a la Virgen de Valme, nuestra gran devoción comunal, y a la Virgen  del Rocío, una gran devoción supracomunal. Yo que asisto como convidado de piedra a las devociones valmistas y rocieras de mis vecinos puedo certificar que no son demasiadas las familias donde estos amores a María sean  tan intensos.

Y finalizo diciendo que Manuel Cisma que es una persona sencilla no hace alardes de nada. Sí, es verdad y, él lo sabe, que ha nacido en una familia privilegiada, que hace gala de su nazarenismo. 

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