Mari Reina y Carolina López, las «reinas» de los viajes en Dos Hermanas

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Mari Reina
Carolina López Reina y Mari Reina.

«Viajes Mari Reina» pasa a manos de su hija, Carolina López Reina

Mari Reina ha organizado multitud de viajes y ha llevado a conocer mundo a media Dos Hermanas, según explica ella misma. Casi 30 años en el sector avalan la trayectoria de Ana María Reina Martín.

Por circunstancias de la vida, Mari Reina recaló en el mundo de los viajes. Cerró el negocio que regentaba, una panadería, para atender a sus hijos. Su marido comenzó a trabajar en una empresa como conductor de autobús.

Su don de gentes hizo que los jefes de su marido le ofrecieran trabajar para la agencia de viajes. «Les dije que iba a probar», explica.

El primer viaje que organizó fue de vecinos y dado el éxito siguió con la organización de excursiones y vacaciones. Ha viajado con gente de Dos Hermanas por el extranjero «hemos visitado prácticamente toda Europa, Marruecos… y toda España».

Siempre acompaña a sus clientes en las salidas. «Siempre voy para estar pendiente y cuidando de ellos. Eso es lo que me ha identificado en Dos Hermanas durante tantísimos años. Yo soy así. No hay dobleces. Me gusta relacionarme con la gente, conecto de momento».

«Cuando yo empecé sólo había dos o tres personas en Dos Hermanas que se dedicaban a esto. Eran personas jubiladas que no tenían nada que hacer y se dedicaban a organizar excursiones y viajes. Yo tenía treinta y tantos años y fui pionera en muchas cosas. Organicé el Viaje de los Enamorados, por Navidad el viaje del regalo del jamón y el queso, después esto se popularizó. La gente nos decía: ‘apúntame para el viaje del jamón’ y después preguntaba a dónde íbamos (risas). Otra cosa en la que innové fue en hacer un librito fotocopiado en el que ofrecíamos todos los viajes que íbamos a realizar a lo largo del año con todos los datos, especificando el hotel en el que nos íbamos a hospedar… Era joven, tenía ideas nuevas, e innové», explica.

«Estoy muy agradecida a Dos Hermanas», subraya.

«Cuando empecé muchos abuelos venían con sus nietos a la playa y hoy, esos nietos, ya mayores, continúan viajando con nosotros. Es un orgullo», destaca.

¿Fue una mujer emprendedora en esa época?

Por supuesto. Hace 28 años casi fuí una mujer emprendedora. Me arriesgué mucho. Me hice autónoma y todo lo hacia legal. Yo tenía que poner el dinero y si me fallaba la gente… Afortunadamente, la gente me respondió. 

¿Cómo fue siendo conocida?

Pues el boca a boca. Las experiencias vividas por personas que ya había viajado con nosotros funcionó. Nunca tuve que poner un cartel.

Desde el principio tenía claro que la gente que venía conmigo de viaje, aparte de acompañarlas, mi misión era cuidarlas. Y eso me ha permitido que pueda decir que no tengo clientes si no amigos y muchos. Se ponían malos y yo les acompañaba al médico. He vivido desde un infarto en medio del Atlántico hasta un atropello de uno de mis clientes por una camioneta en Francia. 

También aposté por los viajes de calidad. La gente que quiere hacer un viaje bueno acude a nosotros.

Siempre me ha gustado mucho la formalidad, cumpliendo horarios, todo muy bien organizado… Y así la gente quedaba contenta.

¿Cómo eran los viajes que organizaba al principio?

Eran excursiones de un día. Después comenzamos con los fines de semana, en enero, a Granada, Sierra Nevada y las Alpujarras.

Actualmente, ¿cuáles son los destinos más solicitados?

Se pide mucho el norte: Galicia, Asturias, País Vasco… Salamanca, Madrid…Otra de las cosas en las que innové fue en llevar a la gente a Madrid a ver los musicales, en el AVE. He llevado a media Dos Hermanas a ver el Rey León.

¿Alguna anécdota que recuerde especialmente?

En tantos años muchas, algunas alegres y otras menos felices pero de las que afortunadamente hemos salido. De pena recuerdo una en particular, en un crucero por los Países Bálticos, un infarto. Afortunadamente, se le pasó tras ser atendido por los médicos pero pasamos un mal rato. Yo me quedé en todo momento con ellos. Fue un susto muy grande.

Una muy graciosa, de la que fue protagonista mi padre, que siempre ha viajado con nosotros hasta que ha tenido 85 u 86 años. En un viaje a Granada, llegamos a última hora de la tarde al hotel, un hotel que estrenábamos porque estaba recién abierto. Hicimos el checking y a las 21.00 horas había que bajar a cenar.

Cuando mis padres se subieron al ascensor, ya arreglados para ir al comedor, el ascensor, última tecnología, no tenía botones y no sabían cómo ponerlo en funcionamiento. Mi padre tocó en una pantalla negra –una pantalla táctil- y el ascensor comenzó a hablar dando las buenas noches. Mi padre le dio las buenas noches y le pidió al muchacho que le llevara hasta la planta del comedor que iba a llegar tarde a cenar. Como el ascensor no se movía ni le contestaba el muchacho. Mi padre se empezó a cabrear. Le volvió a dar a la pantalla y de nuevo el muchacho le dio las buenas noches. Ya mi padre mosqueado le dio las buenas noches por segunda vez, se creía que se estaba cachondeando de él, y le dijo que era el padre de la Mari de los viajes de Dos Hermanas (risas). Cuando consiguieron llegar al comedor y nos contaron que se había peleado con el chico del ascensor nos tronchamos de risa. 

Y como ésta, te puedo contar 40.000. Hemos vivido momentos preciosos. Como yo siempre les digo a mis clientes, a mi familia, en cada viaje hemos escrito una página de nuestra vida.

¿Cómo ha afectado la pandemia a «Viajes Mari Reina»?

Al principio fue horroroso, hubo que suspender viajes pero la gente ha ido incrementando la confianza poco a poco. Es verdad que aún hay mucha gente que no se atreve pero los que van y ven toda la seguridad y precauciones, en el autobús, en los hoteles… por todos los sitios, que hay repiten porque van tranquilos. Hace mucha falta recuperar la normalidad.

Mari Reina se jubila y ha cedido el testigo a su hija. La acompañada y la aconseja en este inicio de su andadura empresarial. ¿Cuál es el principal consejo que le da a su hija?

Que tenga mucha paciencia, que se va a encontrar momentos muy felices y otros muy complicados. Que trate a los clientes como si fueran sus padres y abuelos, que los mime muchísimo. En cada viaje la misión no es el trabajo, si no cuidarlos. Intentar que todos vuelvan contentos.

Y, por supuesto, que siga innovando y luchando. A mí me tocó la crisis de 2008 y a ella la del COVID. Tiene que luchar para resurgir porque hay muchísima gente que no quiere, no puede o no saber viajar sola. 

Carolina López Reina lleva toda la vida acompañando a sus padres en este negocio. Ha tomado el relevo a su madre en la empresa de viajes, popularmente conocida como «Viajes Mari Reina». Ella ha trabajado de Administrativa en El Corte Inglés pero siempre ha estado vinculada al negocio familiar, que nació hace 27 años.  

Carolina nos cuenta cómo afronta este nuevo reto en su vida profesional. 

Coge el testigo de su madre en el mundo de los viajes, ¿por qué ha tomado esta decisión?

Siempre he soñado con emprender y tener mi propio negocio pero, por motivos personales, jamás he podido tomar esa decisión. El año pasado, debido al COVID, tuve que pedir una excedencia en mi trabajo para cuidar de mis hijas. Desde entonces estoy emprendiendo con dos negocios, este de mi madre y otro más con productos para la salud y bienestar.

En el tiempo que ha estado junto a su madre mientras llevaba la empresa, ¿ha aprendido mucho?

De mi madre siempre he aprendido muchísimo. Desde que era chiquitita y nos llevaba a mi hermana y a mí a todos los viajes. Y aunque éramos niñas todos esos recuerdos se han quedado grabados en la memoria, y sin saberlo he aprendido mucho de ella. Y espero estar a su altura como profesional.

La forma de llevar y gestionar los viajes, ¿seguirá siendo la misma?

Sí, por supuesto, la esencia y la gestión seguirán siendo la misma. Una agencia cercana, una agencia familiar donde tratamos a nuestros clientes como si fueran de nuestra propia familia. Ese es el secreto de tener tan buenísima clientela y fiel durante estos 27 años. 

¿Qué es lo que caracteriza los viajes de Mari Reina?

Como hemos dicho anteriormente tratamos a nuestros clientes como familia, intentando dar la mejor calidad humana. Intentamos resolver todo lo que está en nuestras manos a nuestros clientes, y eso se nota a la hora de que ellos disfruten en cada viaje.

 ¿Va a haber alguna novedad relevante?

Sí. Hemos incorporado un poco más la tecnología a nuestra agencia, además de la gestión de citas para atender a nuestros clientes presencialmente para guardar todas las medidas sanitarias contra el COVID. Por lo demás, seguiremos como hasta ahora hemos estado, ofreciendo la mejor calidad al mejor precio para nuestros clientes.

Con la pandemia, ¿de qué forma os habéis adaptado a la nueva situación?

Por desgracia en plena pandemia, como todos sabemos, se paralizó el mundo entero, y era imposible viajar a ningún sitio, pero, gracias a Dios hemos resurgido como el ave fénix y poco a poco todo está volviendo todo a su normalidad. Eso siempre, por supuesto, con todas las medidas de seguridad pertinentes. 

Este verano hemos empezado con mucha fuerza y estamos súper contentos. 

Ahora tenemos previsto un viaje para el Puente de la Inmaculada para hacer una Ruta Manchega y Madrid. Visitaremos el Viso del Marques, Aldea del Rey, Ciudad Real, Puerto Lápices, Consuegra, Toledo, San Carlos del Valle, Villanueva de los Infantes, las Lagunas de Ruidera, Almagro…

También disfrutaremos de la iluminación navideña en Ciudad Real y Madrid. Iremos con guías locales y entradas incluidas en diferentes monumentos, con alojamiento en hoteles de cuatro estrellas en régimen de pensión completa.

Y para el año que viene empezaremos con nuestros viajes al extranjero y nuestro tan esperado crucero a las Islas Griegas. Estoy feliz y agradecida y la aceptación y la ilusión que tienen nuestros clientes de volver a viajar.

¿Qué le dirías a aquellas personas que no se atreven a viajar?

Les diría que, por supuesto, tenemos que tener precaución y respeto ante esta esta situación que estamos viviendo, pero que debemos empezar a retomar nuestras vidas. Por desgracia hemos perdido más de un año y si algo hemos aprendido es que la vida nos puede cambiar por completo de un momento a otro por lo que debemos vivirla al máximo como si hoy fuera nuestro último día -siempre con respeto y guardando las medidas de seguridad-. 

Aquí, en «Viajes Mari Reina» damos la mayor seguridad posible en todos los ámbitos y la mejor calidad.

Las personas interesadas en contactar con «Viajes Mari Reina» pueden llamar a los teléfonos: 636794070-605964943.

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