Crónica de la fiesta de las Cruces y del Corpus Christi

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Cruces

La celebración del día del Señor fue fastuosa en extremo

Las Cruces de Mayo en Dos Hermanas son como el Carnaval, una fiesta cambiante. Unos años salen unas cruces, otro años otras. Ya es muy lejano en el tiempo y en la Historia cuando se montaban arcos y cruces en el centro. Ya han desaparecido también las numerosas cruces que adornaban el mismo casco antiguo de la ciudad. Sólo queda la Cruz de la Plazoleta que, por cierto, no es en ninguna manera una cruz del víacrucis -como se pone en una lápida- que no pasaba por allí. Tampoco se celebran las que fueron esplendorosas fiestas de la Ciudad Blanca, Ibarburu y Julio Carrasco. Sólo quedan los pasos de cruces. Este año he visto la mayoría y lo que vi, verdaderamente, era muy bonito. Menos mal. El sábado 3 de junio por la tarde procesionó la Cruz Misional de la Juventud de la cofradía del Gran Poder. Se trataba de una gran y majestuosa cruz ornada con bellas flores. La acompañaba la Banda de Música de Dos Hermanas Santa Ana. Hizo un vistoso recorrido por el centro de la ciudad. Ese mismo día, también por la tarde, salió de la Parroquia de San José, templo provisional, la Cruz de la Agrupación de las Tres Caídas que recorrió Las Infantas y Arco Norte. 

El domingo 4 de junio, por su parte, salieron las cruces de la Oración en el Huerto, una pequeña para niños y otra grande muy bella.  Recorrió las calles del centro por la mañana. Esa misma mañana procesionó por las calles de la Parroquia de Nuestra Señora del Amparo y San Fernando la cruz de la Santa Cena. Por último, hay que decir que el 9 de junio se celebró la muestra de pasitos infantiles de la  hermandad del Santo Entierro. Concurrieron seis pasitos y fue muy bonita y colorida. Agradaba ver la cantera que formaban los niños que llevaban estos pasos. 

En fin, este año salieron cruces que han salido otros años aunque han desaparecido muchas cruces. Por ello digo que es una fiesta cambiante, que depende de las ganas de festejos que tienen los nazarenos en un mes muy cargado por la Feria y el Rocío y cerca ya de la celebradísima fiesta del Corpus Christi. 

Y voy ahora a ella. Se puede dividir en procesiones de vísperas, del día y de la octava. Empezaré por las primeras. El sábado día 10 salió bajo palio la procesión de la Cuasi Parroquia de Santa María de Fuente de Rey, que lleva el ambiente eucarístico a esta lejana barriada. Por otro lado, la Hermandad Sacramental de la Amargura y la Parroquia del Divino Salvador organizaron ese mismo día su procesión que fue precedida de un triduo los días 7, 8 y 9. El Santísimo iba bajo palio y la procesión discurrió desde la Parroquia hasta la Capilla de Nuestra Madre y Señora de la Amargura. En tercer lugar, la Parroquia de Nuestra Señora del Rocío celebró misa al Santísimo Sacramento este mismo día 10.  Luego salió el Señor bajo palio en una breve procesión por los alrededores de la Parroquia. Como es sabido, la Sacramental de la Parroquia es la Hermandad del Cautivo. Desgraciadamente, está lejos ya la época en que se sacaba una fastuosa procesión con el Santísimo en custodia y con varios pasos –un año se sacó incluso la Virgen del Rocío titular de la Parroquia-. Yo creo que debe recuperarse porque es  toda una pérdida en el panorama de las fiestas del Corpus Christi nazarenas. Hay que decir que, al  final de la procesión, se celebró una pequeña velaíta cuyos beneficios se destina a los jóvenes para asistir a la Jornada Mundial de la Juventud a celebrar en Lisboa este año de 2023. 

En cuarto lugar, se celebró el Corpus de la Parroquia de Nuestra Señora de la Oliva, organizado por la Agrupación del Santísimo Sacramento y Dulce Nombre de Jesús. Aquí el Santísimo, a Dios Gracias, iba en paso. Jesús Sacramentado se cobijaba en un templete. Llevaba de acompañamiento la Banda de Música Santa Ana de Dos Hermanas, en su sección juvenil. Este año se estrenaba la restauración de palermos  de cera a cargo del hermano Ignacio Gómez Cobos. Fue, sin duda, una de las procesiones del Corpus Christi más bellas y vistosas de Dos Hermanas y fue contemplada por numeroso público. 

En quinto y último lugar, salió la procesión eucarística de la Parroquia de Nuestra Señora de los Ángeles y San José de Calasanz. Llevaba numerosos pasos: la Virgen de los Milagros de Caaupé, patrona de Paraguay que la saca la colonia paraguaya de Montequinto; la Virgen del Pilar de Gloria; San Judas Tadeo; Santa Ángela de la Cruz y San José de Calasanz, titular de la Parroquia que se llama de Nuestra Señora de los Ángeles y San José de Calasanz. El Santísimo iba, en cambio, bajo palio. Tocó la Banda de Música de Santa Ana de Dos Hermanas. Al final se celebró la ‘Verbena del Corpus’ en el patio de la parroquia cuyos ingresos se destinarían a la romería septembrina de Nuestra Señora de los Ángeles.        

Y llego ahora al Corpus de la ciudad que organiza la Hermandad Sacramental de Santa María Magdalena y que sale de nuestra Parroquia Mayor y Más Antigua. Durante el miércoles 7, el jueves 8 y el viernes 9 se celebró el triduo que predicó el sacerdote de la Obra de la Iglesia don Pablo Martínez González. Predicó cada día sobre el Evangelio y la Cruz, el Evangelio y María y el Evangelio y la Iglesia. Habló estupendamente tratando temas sobre el Cuerpo de Cristo que se nos da o la relación de la Iglesia con la Eucaristía, su verdadero motor. El día 10 fue la función principal de instituto de esta Hermandad Sacramental de nuestra Iglesia Mayor que predicó el cura párroco don Manuel Sánchez de Heredia el cual recorrió bellamente todas las advocaciones cristíferas,  marianas o de santos que salen en la procesión. Por la mañana, el día 11, tras la misa de nueve, salió la procesión poco después de las diez. El primer paso fue el del Beato Bienvenido de Dos Hermanas, obra del escultor contemporáneo José Antonio Navarro Arteaga que iba adornado con clavel rojo como corresponde a un mártir. Le acompañaba la Agrupación Musical Nuestra Señora de Valme. Luego marchaba el paso de Santa Ángela de la Cruz de la Parroquia de Santa María Magdalena, que era la primera vez que salía. Se ornaba con flores blancas. Seguía el San Fernando de la Hermandad de Valme, obra de Vicente Tena, policromado por Virgilio Mattoni. Iba en un bello paso de orfebrería. Se adornaba con flores rojas. En cuarto lugar iba el paso de la Divina Pastora de las Almas, titular de la Sacramental e imagen bellísima, de las más valiosas de Dos Hermanas, del imaginero barroco José Montes de Oca, policromada por José Nodela. La Virgen llevaba una saya antigua de conchas, manto moderno y sombrero. Se adornaba con flores de vistoso coloridos y de diversas clases y colores. La acompañaba la Banda de Cornetas y Tambores de Presentación al Pueblo. En quinto lugar iba el valiosísimo Niño Jesús del Sagrario de Santa María Magdalena, vestido como sacerdote, con alba y casulla. Llevaba flores blancas. 

Por último el paso de la Custodia, obra del platero dieciochesco Nicolás de Cárdenas, en la que se portaba el Señor. Se adornaba con flores blancas. Iba con el Santísimo Sacramento la Banda de Música Santa Ana de Dos Hermanas. Acompañaron los pasos las hermandades penitenciales, de gloria y sacramentales, la Adoración Nocturna de Santa María Magdalena, la Asociación de la Medalla Milagrosa, la Cofradía del Rosario de la Orden de Santo Domingo, las autoridades municipales presididas por el señor alcalde don Francisco Rodríguez García, la policía local, la policía nacional, una representación del Ejército –que iba con San Fernando-, las comunidades religiosas –yendo los Terciarios Capuchinos de Nuestra Señora de los Dolores del Colegio de San Hermenegildo con su hermano de hábito y general el mártir Beato Bienvenido de Dos Hermanas- y el clero que iba  tras el Santísimo delante del palio de respeto. 

Se montaron numerosos altares: el de la Virgen de las Virtudes de la Hermandad del Santo Entierro en la calle  Real, el de un cuadro de la Pastora de la Hermandad del Rocío en la misma vía, el de la Obra de la Iglesia que había adornado esplendorosamente su fachada en la misma calle, el de la Cena de la hermandad de su nombre que había traído el Misterio completo a la calle Botica por celebrarse veinticinco años de su fundación, el de la Hermandad de Santa Ana con San Joaquín en la calle Lope de Vega, el de la casa de Eduardo Salguero Bautista en la calle Aníbal González con una custodia y cuya casa fue también una de las mejores adornadas, el de la Hermandad de la Oración en el Huerto en la misma vía con el fabuloso Ángel, el de la Hermandad del Gran Poder con el simpecado concepcionista de la corporación en la calle Santa María Magdalena y el de San Pedro –que se representaba con una red como pescador que era- de la Hermandad de la Borriquita en la misma calle. Por otro lado, se adornó profusamente la calle Divina Pastora con numerosos altares –descollaban el de una Pastora y una Dolorosa- y numerosas colgaduras. Por último, hay que añadir que tras la entrada de la procesión volvió el paso de la Cena en la que fue una alegre y lucida procesión, a la Parroquia de Nuestra Señora del Amparo.

El mismo día 11 salió el Santísimo Sacramento en la parroquia de San Juan Pablo II.

Por último, tengo que hablar de las dos procesiones de octava. La primera, el día 17, sábado, la de la Parroquia de Nuestra Señora del Amparo y San Fernando. La precedió un triduo los días 14,15 y 16 y una función el mismo 17.  Se sacaron, por cumplirse los XXV años de la fundación de la Hermandad de la Cena, en dos andas las imágenes de  tamaño académico de los dos titulares de la Parroquia, la Virgen y el Santo. El Santísimo iba en custodia. Tocó la Banda de Música Ciudad de Dos Hermanas. Fue, como está siendo en los últimos años, una de las procesiones eucarísticas más lucidas de Dos Hermanas. 

Por último, el día 18, salió, yendo el Santísimo bajo palio, la procesión de la Parroquia del Ave María y San Luis. Esta procesión, que fue muy esplendorosa cuando el Santísimo Sacramento iba en custodia, ha decaído notablemente. Espero que se recupere. Precedió a la procesión un triduo los días 15, 16 y 17 y una solemne función el día 18. Predicó el administrador parroquial de la parroquia y párroco del Divino Salvador, don Francisco José López Martínez.

Este año, no se celebraron procesiones en la Parroquia de Nuestra Señora de Valme y Beato Marcelo Spínola de La Motilla, en la de San José de Las Infantas y en la de Nuestro Padre Jesús de la Pasión de Las Portadas. En ésta se celebraron cultos presidiendo el párroco don Ignacio García González. 

Sólo me resta añadir que ha sido un acierto que no se celebraran mas procesiones eucarísticas el día del Corpus a la hora en que salía la procesión de Santa María Magdalena excepto en San Juan Pablo II. Es algo por lo que he luchado muchos años y, la verdad, es que he obtenido frutos. Ello, para mí, ha sido lo mejor de estas intensas jornadas eucarísticas de Dos Hermanas. 

Vale.

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