Crónica de la Romería del Rocío del año 2016 (y II)

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Rocío

Proseguimos hoy con la crónica rociera. El domingo, a las 10 de la mañana, se celebró el pontifical del Domingo de Pentecostés, primer día de la Pascua Florida dedicado al Espíritu Santo igual que el segundo –el Lunes- se dedica a la Virgen –de ahí que salga en procesión este día- y el tercero –el Martes- a San José. Presidió como tiene por costumbre el obispo de Huelva, Monseñor José Vilaplana al que acompañaba el obispo de Jerez de la Frontera Monseñor José Mazuelos.

Muy corta pero interesantísima fue la homilía del obispo en que, como es lógico, se refirió a la Misericordia, auténtico leiv-motiv de este año a ella dedicada por el papa Francisco.  La hermandad matriz y las hermandades filiales representadas por su presidente y hermanos mayores realizaron la protestación de fe. Cantó el coro de la hermandad del Rocío de la Macarena. Muchísimos romeros acudieron a esta cita una de las más importantes de la romería, sin duda la segunda después de la magna procesión de la Virgen.

Luego, por la noche, la cofradía acudió al Rosario de las hermandades que se celebra en la plaza de Doñana, conocida como el Eucaliptal. Luego a las 3.02 minutos, hora hasta la que aguantaron los almonteños, la Virgen, una vez entrado el simpecado de gran gala de la hermandad matriz, fue bajada en sus andas y empezó la procesión. Ésta se desarrolló como los últimos años cayendo la Virgen en muchas ocasiones al suelo.

Comprendemos que los almonteños hacen todo lo posible, lo humano y lo inhumanamente posible, para que la Virgen no caiga al suelo pero creemos también que el gran problema se encuentra, aparte de los empujones que les dan, en que son muchos los hombres que quieren coger a la Virgen. El lío, el jaleo, es inevitable. Este año, a nuestro parecer, la procesión iba errática yendo la Virgen para adelante y volviéndose para detrás.

De todas formas, el tiempo en que la Virgen iba recta era la procesión de una belleza inenarrable. Así la vimos por ejemplo pasando por la primera hermandad, la de Huévar del Aljarafe, que abre el Real por la parte de la Marisma y así la vimos también pasado La Puebla del Río y Umbrete en pleno Acebuchal.

La Virgen caminaba en los hombros de sus hijos rectísima y muy bien lo que no quita para que cayese en repetidas ocasiones. No sabemos que solución tiene este punto pero desde luego no es nada de  fácil y creemos que pasa por no querer llevarla tantos hombres estableciendo si es posible un sistema de turnos. Pero, en fin, no lo sabemos en suma.

Luego de recorrido medio Real llegó la Señora a casa de sus camaristas. Una de éstas, la primera, María del Carmen Morales González se había subido en las andas en el Acebuchal para ponerle bien el cetro a la Virgen y, según comenta otra prensa –aunque estábamos muy cerca de la Virgen en este momento no llegamos a enterarnos bien- para recriminar a los hombres como la portaban. Ciertamente María del Carmen enfadada estaba. Ello si lo vimos.

Este año, por otro lado, la Virgen llegó de nuevo a la hermandad de Gines, donde se agrupaban muchos miles de rocieros para contemplarla pero, sin embargo, no entró en la calle Sanlúcar hasta la hermandad de Hinojos que tuvo que acudir con su simpecado a la esquina del Real.

Este tramo, sin duda tan peligroso para la imagen y para los que la portan, se ha decidido este año suprimir del recorrido. Se apuntan desde luego varias causas pero, siguiendo nuestra tónica de huir de la polémica en los temas rocieros o rocianos, no entraré en esta peliaguda cuestión aunque yo vi los incidentes que tuvieron lugar con la hermandad y el simpecado de Hinojos que tantos ríos de tinta han hecho correr.

Luego la Virgen en la calle Almonte pasó por delante de nuestra hermandad y recibió la lluvia de pétalos, normalmente de rosas, con la que suele recibirla nuestra cofradía. Hay que decir que, aunque se ha hecho una costumbre acogerla con flores, ésta la implantó Dos Hermanas que ha sido imitada por hermandades, asociaciones, particulares, etc. Luego la Virgen siguió triunfalmente por la calle Almonte y enfiló la calle Moguer para una vez llegada a la hermandad matriz entrar en su ermita donde llegó a las 12.12 horas.
Por otro lado el martes inició Dos Hermanas el camino de vuelta. entrando en la ciudad el jueves con un pequeño retraso que apenas se notó al llegar a la Parroquia. Sólo nos cabe pues decir ¡Viva la Virgen del Rocío!