Pepe ‘El Chache’, un conocido e insigne practicante hijo de Dos Hermanas

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Pepe ‘El Chache’

Su obra filantrópica ha sido reconocida con una calle por el Ayuntamiento de la ciudad

Dos Hermanas ha reconocido dándole nombres a sus calles a muchos ilustres nazarenos de nacimiento y a otros muchos nazarenos de adopción. No es el momento de hacer la lista pues son muchos y de muy diverso origen.

Desde aquí hemos pedido una calle para el bailaor ‘Zarandilla’ o para la cantante y vedette Consuelo Reyes Castizo ‘La Yankee’ esperando que se reconozca el mérito de ambos pero no cabe duda que hay otros muchos que aún viven que también lo merecen.

Hoy vamos a hablar de un personaje muy conocido al que el Ayuntamiento le ha dedicado últimamente otra vía. Se trata de José Núñez Castro, Pepe ‘El Chache’. Y es significativo que te encuentras con frecuencia a personas que no quieren en absoluto a sus motes. Y este es un pueblo en donde tienen apodo infinidad de familias desde las más adineradas y encumbradas hasta las más humildes. De muchas en estas páginas hemos relatado sus orígenes, muchas veces conocido aunque hay muchas que no se sabe a qué obedecen aparte de no significar nada en español. Sería por ejemplo el caso de ‘Cocorera’. Pero Pepe se encuentra muy orgulloso de su mote, y, además, dice con absoluta razón que si se dice José Núñez Castro nadie lo conoce y en cambio todos identifican a Pepe ‘El Chache’. Pero, en fin, vayamos a su historia que es lo que verdaderamente nos interesa. Nace nuestro biografiado en la entonces villa el 2 de febrero de 1932, hijo de José Núñez Olmedo, natural de Dos Hermanas y María Castro Ruiz, natural de Utrera. Sus abuelos paternos eran José Núñez Carballido y Dolores Olmedo Arquellada, ambos nazarenos, y los maternos José Castro y María Ruiz Jiménez, ambos de Utrera. Vivían entonces sus padres en la calle Francesa, llamada a la sazón Queipo de Llano en homenaje a este general del bando nacional, que tan mal recuerdo dejó en Dos Hermanas

El padre de Pepe era panadero y su madre ama de casa. La familia paterna era una de las más destacadas de la burguesía media de Dos Hermanas, muy identificada en todos sus miembros con la Iglesia local. Sus tías maternas fueron María, Lola, Cecilia, Esperanza y Luisa a las que recordamos como mujeres muy de iglesia y con un destacado papel en la vida eclesiástica de nuestra fascinante localidad.

Pepe tuvo la infancia de muchos nazarenos, en una Dos Hermanas donde existían nada más y nada menos que cuatro colegios de la Iglesia: la guardería de Santa Ana de Terciarias Dominicas del Santísimo Sacramento, el colegio de la Sagrada Familia de Hijas de la Caridad de San Vicente de Paúl, el colegio de San Hermenegildo de Terciarios Capuchinos de Nuestra Señora de los Dolores y las Escuelas del Ave María. Ello hacía que muchísimos nazarenos fueran a estos colegios católicos. Pepe fue a la Sagrada Familia del cual recuerda que le dio clase la famosa Sor Presentación Tovar y Tovar, ejemplo, por cierto, de forastera tan metida en las entretelas de nuestra historia que mereció una calle. Luego fue a cursar el bachiller a San Hermenegildo, a nuestro popular colegio de ‘Los Frailes’, pues los que lo regentan son frailes de una rama de la Orden Franciscana. También dio clases particulares con la no menos famosa ‘Doña Lola’. Lo cierto es que en determinado momento su padre le dijo que o seguía estudiando o se iba a trabajar. Él dijo que se iba a trabajar en la panadería. Ahora cuando lo recuerda muestra vivamente que no sabía lo que hacía y decía. Empezó a trabajar en el turno de noche y en una profesión de por sí cansada y que requería un concienzudo y exhaustivo trabajo. Pronto se cansó de esta dura tarea y dijo que volvería a estudiar. Entró entonces en ‘Los Frailes’ interno, aunque venía al pueblo los fines de semana. Creemos analizando esta historia que entrar en este prestigioso colegio de la Iglesia fue su salvación pues sacó el bachiller con altísimas calificaciones.

Luego decidió estudiar enfermería, lo que hizo en la calle Madre de Dios de Sevilla, en pleno casco antiguo entre las collaciones de Santa Cruz y San Nicolás. También sacó sus estudios con óptimas calificaciones. Y es muy interesante cómo le vino la vocación para enfermero. Un vecino del barrio de San José, Arsenio, famoso por sus travesuras saltaba nada más y nada menos que desde un vagón de tren a otro cuando cayó a la vía cortándole el tren sus dos piernas. Como vemos un momento trágico, muy trágico. Y lo cierto es que Pepe fue a socorrer a este desgraciado vecino. Él dice que este instante ante tan triste panorama nació su vocación a enfermero.

Durante su vida laboral trabajó en varios sitios: fue practicante de Urgencias, practicante de la empresa Libys –fábrica de zumos y de envasado de aceitunas-, en la compañía sanitaria Previsión Medio Social y en la Seguridad Social. Tiene la especialidad de Medicina de Empresa. Lo más bonito para él de su carrera es la cirugía que le ha dado un atrevimiento, con la anuencia de los médicos que valoraban sus conocimientos, a trabajar con los pacientes como no estaba acostumbrado. Lo cierto es que ha acudido en remedio de todos los que se lo han pedido. Ha estado siempre dispuesto a servir a los pacientes con mucho amor y dedicación, que es, al fin y al cabo, lo que le ha reconocido el ayuntamiento nazareno. Lo cierto también es que la gente ha sido la que le ha reconocido sus méritos, de los que él, como persona humilde que es –lo que vivamente se transparenta- en ningún momento se vanagloria.

Pero debemos bucear en el mundo psicológico de Pepe. Nos habla de sus aficiones que son el ciclismo, los caballos y el fútbol. Es bético y fue además de la directiva del Dos Hermanas en tiempos del presidente el notario Félix Monedero, amén de jugar en una liga del colegio de San Hermenegildo en un equipo llamado San Rafael, del que era el capitán. Mas a esta faceta de aficionado al deporte que tanto nos interesa queremos añadir el mundo de sus devociones, pues ya es sabido la importancia que le damos en la configuración de la vida espiritual de un personaje. Y Pepe es muy claro. Le tiene devoción a tres imágenes: Nuestra Señora del Rocío, patrona de Almonte; Nuestra Señora de Valme, protectora de Dos Hermanas y patrona de su Excelentísimo Ayuntamiento y Santa Ana, patrona de Dos Hermanas. Son los mayores amores de un hombre que es devoto sin alharaca, con todas la profundidad que surge de su bonhomía.

También hemos querido que nos hable de sus amigos y entre ellos ha citado a Antonio Romero Monge y Rafael Ruiz Perdigones, nuestro famosos y queridos ‘Los del Río’, al sastre Daniel Serraller Lorenzo, a Francisco Vitallé, a Miguel y Antonio Ruiz de Vargas Sánchez, a Juan José Jiménez Pérez, a Juan José Blanco Jiménez y a Guillermo López Gómez, todos ellos personas muy conocidas en la Dos Hermanas de toda la vida.

Pero así mismo nos interesa saber qué opina Pepe de Dos Hermanas. Él dice que la ciudad es una población con un territorio en que todo se ve al descubierto. Pone mucho interés en incidir que nuestros mandatarios han hecho muchas cosas buenas. Y él, tan vinculado al pueblo, hace notar que es meritorio que muchos vecinos que no son naturales de Dos Hermanas han hecho mucho por el pueblo, lo que quizá a muchos nazarenos de toda la vida se nos escapa. Además hace notar que se ha hecho una gran labor en el Deporte. Se ha apoyado muchísimo a todo el deporte en general. El pueblo debe reconocer esto y él, particularmente, como nazareno, lo reconoce. A él además le gusta en general toda Dos Hermanas. Además tiene una excelente, cualificada y calificada visión de nuestros paisanos pues dice que la gente de Dos Hermanas es muy agradecida. Vemos, pues, que es grande la sintonía de Pepe con su pueblo, con nuestro pueblo. Por último, hay que decir que entre los vecinos de Dos Hermanas que le llamaban la atención estaba el que fue alcalde de la villa y médico don Manuel Andrés Traver.

Por último hablaremos de su familia. Tuvo una sola hermana Dolores que murió soltera con sesenta y tantos años. Casó con la que ha sido su mayor apoyo la nazarena Carmela Cerrato Rivas, hija de los nazarenos Joaquín Cerrato Porrero y María Rivas Márquez, la cual tenía dos tías Carmen y Milagros Cerrato Porrero. De la segunda viuda del zamorano César Robles Pérez heredó Carmela un estanco en la calle Real Sevilla, el popularmente conocido por lo menos lo llamamos así Estanco de Pepe ‘El Chache’. Encima de este estanco, tan popular sobre todo por abrirse en sitio tan estratégico como la calle Real, vive Pepe con su esposa.

Pepe y Carmela tienen tres hijas: María del Rocío, que vive en Dos Hermanas, profesora de Inglés en Secundaria y madre de un hijo Allen; María del Carmen, maestra de Inglés en Infantil, esposa de Rafael Castro y que tiene dos hijas Carmen y Lucía y vive en Aranjuez; y la chica, que también vive en Dos Hermanas María José, graduada social y dueña de una tienda de zapatería y complementos y que tiene un hijo, Pepe.

Y así hemos resumido un poco la trayectoria vital, la vivencia anímica y cultural de este destacado nazareno al que el Ayuntamiento ha hecho muy bien en reconocer su principal mérito, su entrega a sus vecinos. Ojalá nuevos destacados vecinos, que los hay y mucho, pasen a engrosar esta lista de reconocidos por las cuales son nuestras primeras autoridades.

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