Algunas reflexiones sobre la Feria de Mayo y otras fiestas nazarenas

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Feria de Mayo

La Feria de Mayo se consolida como una de las grandes fiestas de nuestra ciudad

Acaba de pasar la Feria de Mayo, ese feliz invento que sustituyó a las viejas fiestas de Santiago y Señora Santa Ana, aunque se dejó una animada velada para animar la fiesta de nuestra simpar patrona, cuya, repito, simpar procesión es una de las más entrañables del panorama procesional de Dos Hermanas. No en vano sale la patrona, la cual era acompañada por su esposo San Joaquín en tiempos pretéritos.

Pero, ahora, cabe hablar de la Feria de Mayo, fiesta donde Dos Hermanas echa todo su arte, que es mucho, pues no en vano es tierra de artistas como pueden ser Manu Sánchez, Manuel Lombo, Los del Río, Reyes Castizo ‘La Yanqui’, Eva la Yerbabuena -que aunque nacida en Alemania vive entre nosotros casada con  el  guitarrista Paco Jarana, hijo del guitarrista Luis Franco Basilides- los palaciegos el Gran Silverio y el Rerre -que vivían en Dos Hermanas-, Ana Valme Ortega Pruna, sus sobrinas Lola y Rocío Avilés Ortega, Rafa Arana y Curro Varela Díaz de Plaza Nueva, Melody, mi prima Ana Valme Alonso Cardona, etc. etc. Todos estos artistas y muchos más dan lustre y brillo a Dos Hermanas. Muchos actúan en la Feria. Y, sobre todo, donde hay más concentración es en la Caseta Municipal, donde el plantel de artistas es verdaderamente impresionante.

Y me gustaría afirmar que la Feria es tempranera. Aunque el alumbrado es el miércoles por la noche, ya hay instituciones que celebran el pescaíto el martes. Es el caso de Vera-Cruz a cuya comida yo asistí. Y lo que mejor vi de esta cena, aparte de que el catering de Lebrija era magnífico, es que esta comida  contribuyó a reforzar los lazos entre los hermanos y la junta rectora, en una hermandad que ha pasado una etapa esplendorosa y, a la vez difícil, muy difícil, que más vale ir olvidando pero que, queramos o no, está en nuestras entretelas y en nuestra historia reciente. Pero, en fin, los veracrucistas pasamos una noche magnífica alrededor de nuestra rectora. Fuimos muchos y la comida estaba exquisita.

Pero eso fue el martes y hasta el miércoles por la noche, como he dicho, no se encendió el alumbrado. Ese día se celebraron la mayoría de los pescaítos. No quiero hablar de lo que no he visto, no es mi estilo, pero si diré que la comida del Rocío fue concurridísima como corresponde a una hermandad tan popular. El catering también fue estupendo. Imagino o presupongo que en las demás hermandades y entidades también fue muy buena la cena. 

Y llegaron los cuatro días de Feria. A destacar, como siempre, el paseo de caballos, que es, sin duda, lo que, particularmente, más me gusta de la fiesta. Se vieron mucho coches de caballos, en proporción, más que caballistas.

En las casetas el ambiente era animadísimo. Yo siempre resalto, y cito, la Caseta Municipal por el gran número de actuaciones que hay. No quiero que este artículo sea una copia de todos los artistas que pasan por la caseta del Ayuntamiento. Sólo diré que se trata del mundo del arte -cante y baile- de toda Dos Hermanas. Actúan dúos, tríos, academias de baile, coros, chirigotas, etc. No quiero dejar de decir que el número de artistas es verdaderamente apabullante y con todo el arte y la habilidad de los artistas nazarenos.

Pero no sólo la Municipal es una caseta concurridísima. También están las demás. Y es importante el consejo que da el Excelentísimo Ayuntamiento que dice mucho de nuestros munícipes. Dice lo siguiente en su folleto sobre la Feria: “Nuestra Feria se caracteriza por ser una Feria abierta siendo una de sus principales señas de identidad. Debemos por tanto, hacer honor a ello y no restringir la entrada en las casetas a los visitantes, salvo en casos de aglomeración y causas justificadas como: día del socio, comidas concertadas, etc.”. Y es verdad, nuestra Feria se caracteriza por ser abierta. No sólo lo son las casetas de las hermandades, partidos políticos y sindicatos sino que las privadas abren sus puertas al público.

Lo cierto es que en la feria de Mayo a una hora u otra se llenaban todas las casetas. Yo, por ejemplo, estuve en seis: la de Vera-Cruz, la del Rocío, la de la Amargura, los del Miércoles -que es así como se llama la de Oración en el Huerto y dos privadas -ambas concurridísimas- que eran Los Penúltimos y Los de la Tiza a las que me habían invitado mis amigos. Y, en muchas casetas, tanto particulares como de entidades, había cante.

También quiero  hacer una observación. El domingo de Feria salía la Virgen del Rocío por el pueblo, por Almonte. Es una gran efeméride rociera. Como es lógico -pues normalmente los sentimientos religiosos prevalecen sobre otros gustos y aficiones como puede ser la Feria- los rocieros se fueron en masa al Rocío. Se trata de un número considerable de nazarenos que, normalmente hubieran ido a la Feria. Es mi caso que acudí como he dicho el martes y el miércoles, el jueves y el viernes y me fui el sábado a Almonte. Normalmente cuando sale la Virgen por el pueblo coincide con la Feria de Dos Hermanas. En una Feria que, en cambio, no coincide nunca con la romería del Rocío, es decir, con Pentecostés.

Otro hecho que quiero anotar es que un día los cacharritos de la popular Calle del Infierno valieron más baratos para los zagales.

A su vez quiero decir que el domingo por la noche se  tiró un magnífico castillo de fuegos artificiales que  tuve la ocasión de contemplar.

En fin, para acabar la Feria de Mayo fue magnífica en todos los aspectos. Es verdad que hizo mucho calor pero las ganas de diversión y juerga estaban por encima de todo y el público respondió. Yo he visitado cuando menos veinte ferias y desde luego es de las mejores. Es una Feria de categoría como la de Sevilla, la de Jerez de la Frontera, la de Mairena del Alcor -por nombrar sólo tres grandes ferias- y es que Dos Hermanas, que rebosa arte por los cuatro costados, derrocha todas sus cualidades, principalmente el ser una Feria abierta de una ciudad abierta.

Mas dejo la Feria de Mayo, de la que podría hablar mucho más, y voy a reseñar otro hecho, la coincidencia del Rocío con el Carnaval. Este año la fiesta de Don Carnal es la semana que viene. Yo respeto la idea de hacerla en esta fecha porque las chirigotas no estaban preparadas. En Cádiz, La Meca del Carnaval, también se ha aplazado, pero, en verdad yo, que me gusta mucho el Carnaval, no acabo de acostumbrarme al cambio de fecha. Coincide con El Rocío. Hago memoria y normalmente los rocieros no son muy carnavaleros. Yo lo soy y tengo amigos rocieros a los que también le gusta  la fiesta. En realidad, nada obstaculiza el cambio. Yo, por ejemplo, intentaré ir algún día a ver las chirigotas pero, desde luego, me voy al Rocío porque, como he dicho, que normalmente le pasa a muchas personas, las devociones están por encima de las aficiones laicas. Y yo voy a ver una de mis grandes devociones y tótem de la familia de mi madre como es la Virgen del Rocío. Pero, vamos, que lo que se trataba es dejar constancia de esta coincidencia. A mí no me cabe duda que el Carnaval será todo un éxito y que los barrios vivirán la fiesta como acostumbran, lo vivirán a tope.

Y, ya por último, quiero hablar del Rocío con más detenimiento. Cuando pase la romería haré la crónica de ella pero, ahora, quiero decir que es una fiesta que también moviliza a muchos nazarenos que llevan a la Patrona de Almonte por bandera. En Dos Hermanas, no cabe duda, que la principal devoción mariana es la Protectora y Patrona del Excelentísimo Ayuntamiento, la Virgen de Valme, a la que el pueblo vive entregado y cuya simpar romería es la principal fiesta de la ciudad. En otras poblaciones, en cambio la Virgen del Rocío tiene igual devoción o más que la patrona. Lo verdaderamente notorio es que, en una población con una protectora tan fuerte, se haya consolidado tanto la devoción rociera hasta el punto de tener una de las hermandades rocieras más importantes. Yo no sé si puedo hablar con imparcialidad -lo intento- pues mi familia es una de las primeras familias rocianas de Dos Hermanas. Ya mis tatarabuelos iban al Rocío.

Pues bien, acabo este artículo donde reflexiono sobre dos fiestas típicamente nazarenas -la Feria y el Carnaval- y una foránea, de Almonte, pero aceptada como nuestra por  todos los devotos de la Reina de las Marismas.

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