Mónica, Darío y su hija de dos años consiguen un mes de tregua en su desahucio

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Mónica, Darío y su hija

Mónica, Darío y su hija pueden continuar en su casa hasta el 15 de octubre

Mónica, Darío y su hija han conseguido hoy una tregua de un mes para continuar bajo techo. El juzgado y la propiedad les han comunicado el aplazamiento de un mes para ejecutar el desahucio, poniendo como causa la pandemia.

La mañana no ha sido fácil para Mónica, Darío y su hija que, aunque han estado arropados por familiares, amigos y miembros de la PAH Stop Desahucios y concejales de Adelante Dos Hermanas, han vivido momentos de auténtica tensión.

«La Policía ha estado a punto de cargar», indica Mónica que veía como desde esta mañana en su calle llegaba un gran despliegue policial.

La tensión vivida ha provocado incluso que Mónica haya tenido que ser atendida por los servicios sanitarios debido a una crisis de ansiedad junto a una subida de los niveles de glucemia (azúcar) y de la tensión arterial.

La vivienda, situada en la calle Álamo nº 9, es propiedad de Caixa Bank.

Como contábamos ayer, Mónica y Darío, de 28 y 30 años respectivamente, tienen una hija de dos años y medio. «No se dónde va a dormir mi niña mañana», se lamentaba Mónica.

Un mes de aplazamiento

Afortunadamente, este aplazamiento les dará una pequeña tregua para intentar conseguir una solución a su situación. La tregua finalizará el día 15 de octubre.

Por otro lado, según nos informa Mónica. El Ayuntamiento les va a conceder una ayuda de 1.200 euros para alquiler, algo que les permitirá, en el que caso en que definitivamente tengan que abandonar este piso, conseguir un alquiler de aquí a final de año.

Paralelamente, Mónica ha mostrado su disposición a seguir luchando. «Voy a pedir cita con el Defensor del Pueblo por el estado de indefensión en el que nos encontramos. Por Ley, a una menor, no se le puede dejar sin techo ni a una familia en exclusión social», indica.

Antecedentes

Mónica, Darío y su hija vivían en un piso de alquiler desde hacía seis años. Darío se quedó en paro el pasado mes de agosto por lo que no pudieron seguir pagando el piso. Fue en el mes de octubre del pasado año cuando decidieron ocupar esta vivienda.

«En febrero de este año recibimos una orden de desahucio del piso de la Caixa a nombre de otra persona. En lugar de hacer un auto nuevo continuaron con esa orden. No nos han dado oportunidad de una defensa, de un juicio, de nada», nos cuenta la joven.

Darío encontró trabajo como camarero pero debido a la pandemia su empresa realizó un Expediente de Regulación de Empleo (ERTE) en el que se vio inmerso. «Al pertenecer a la hostelería fue el primero en estar perjudicado por un ERTE y el último en salir», indica Mónica que cuenta que ha recorrido todas las instancias posibles buscando ayuda. «No nos dan ni recursos ni soluciones», subraya.

«Las asistentas me dicen que no nos pueden dar ninguna ayuda ya que Darío tiene una nómina de 700 euros. Tampoco me pueden dar trabajo. Me da igual si es barriendo, limpiando…Yo soy diabética y tengo el azúcar descontrolada con toda esta situación. Además, por estar en contacto con un positivo por COVID-19 nos hemos tenido que llevar 17 días en casa de aislamiento…», explica.

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