1973
En la madrugada del 12 de julio, 22 agentes de la policía hicieron la redada en Cerro Blanco, donde el fugado fue sorprendido con una pistola, joyas y dinero
El periódico de sucesos “El Caso”, de tirada nacional, lleva a su portada hoy (21 de julio de 1973) el nombre de nuestra ciudad, cuya imagen no queda muy bien parada a tenor de los hechos que se relatan. La popular periodista Margarita Landi, con su famosa pipa, se desplazó a la barriada de Cerro Blanco horas después de la detención de Raimundo Sánchez “El Toto”, uno de los hermanos de “El Lute” y acusado de varios delitos. Allí la reportera recabó información sobre la operación policial y dedicó nada menos que seis páginas y diez fotografías al pormenorizado relato de los hechos.
Cómo callar a los perros
Aunque “El Lute” ya fue detenido el pasado 3 de junio en la barriada sevillana de Juan XXIII, la policía todavía buscaba a uno de sus cómplices, su hermano “El Toto”, del que se desconocía su paradero. Las indagaciones llevaron hasta la calle Azofairón de Dos Hermanas, donde 22 agentes se desplegaron a las 4.45 de la madrugada del 12 de julio.
Una de las principales preocupaciones del jefe del operativo, el comisario de la Brigada de Investigación Criminal Francisco Adame, es que la redada fuera abortada por el ladrido de alguno de los tres mil perros que se calculan hay en la barriada de Cerro Blanco. El más mínimo ruido despertaría a los demás perros y a todo el vecindario. Sin embargo, el despliegue de agentes se llevó a cabo en absoluto silencio, detalle que alaba efusivamente la reportera: “¿Cómo pudieron situarse en los lugares indicados hombres y coches sin que llegaran a enterarse ni los vecinos ni uno solo de los tres mil perros, cuyo oído es finísimo?”, se pregunta Landi en su crónica.
Una pistola bajo la almohada
El sospechoso se encontraba durmiendo en una antigua cochera, en una casa de una sola planta cubierta con techo de uralita. Tras cortar los alambres que cerraban la puerta, la policía accedió a un patio y más al fondo a una habitación en cuyo suelo, sobre un viejo somier, dormía “El Toto”. Al ser sorprendido se quedó sin habla, después comenzó a gritar desesperado, pero en ningún momento hizo intento de escapar ni se mostró agresivo. Bajo la almohada guardaba una pistola “Astra” de calibre 6,35 (que no le dio tiempo a usar), cargada y con una bala en la recámara, y la policía encontró otra “FN” calibre 7,65 en la furgoneta que había en la cochera, propiedad de su hermano Lolo. Se le incautaron 140.000 pesetas en billetes de mil y joyas por valor de medio millón.
Raimundo Sánchez Rodríguez tiene 20 años, es albañil y afilador. Sin embargo, según han relatado los vecinos a “El Caso”, siente adoración por su hermano Eleuterio, al que ha acompañado en algunos de los delitos de los que se le acusan. Actualmente se encuentra en dependencias policiales. Esperemos que la próxima vez que Dos Hermanas salte a las portadas sea por motivos más edificantes.
